La vestimenta Inca
Hacia el siglo XII, expandidos y asentados en el valle del Cuzco, los incas constituyeron un imperio que dominó gran parte del territorio de la América del Sud pre-hispánica, subordinando a las poblaciones precolombinas de los alrededores.
A partir de la conquista incaica, entonces, la vestimenta sirvió para diferenciar las distintas etnias y territorios, como así también la clase social.
De la misma manera, así como el tipo de ropa utilizada determinaba el origen del inca, también existían un conjunto de elementos que los unificaba: el derecho a llevar uncu , chullu (túnica masculina) y demás adornos que lo identificaban como grupo. Esta metodología se conservó hasta la llegada de los españoles, quienes intentaron unificar, aún más, la vestimenta local, entendiendo que ésta era una sola a lo largo y ancho de todo el imperio.
Los materiales básicos eran el algodón y la lana, en sus diferentes variantes, alpaca y vicuña. La primera de mayor simpleza y la segunda, destinada a las clases más altas. Famosos por sus tejidos que pueden conocerse hoy en día gracias a la conservación que mantuvieron en virtud al clima desértico y pese a las tumbas en donde se hallaron, las mujeres incas eran las encargadas de hilar y tejer, tanto para el seno de la familia como para los gobernantes, magníficas telas tejidas, en pago del tributo. Los tejidos eran decorados por bordadores especializados; los motivos consistían en formas geométricas e imágenes de animales y seres humanos. A menudo, con este tipo de telas de tapicería se confeccionaban vestidos.
Básicamente los materiales usados para elaborar la vestimenta Inca fueron el algodón para las zonas costeras y la lana de alpaca o vicuña para la región andina. En cuanto a su elaboración, las mujeres se encargaban de hilar y tejer, tanto para sus familiares como para los gobernantes; adicionalmente, los textiles eran ornamentados con motivos de formas geométricas e imágenes de seres humanos o animales, y posteriormente usados para confeccionar vestidos.
El gobierno inca controlaba la vestimenta que era provista a la sociedad, la cual no podía ser cambiada sin autorización oficial, por esta razón, la usaban hasta que prácticamente se deshacía
Asimismo, el vestuario inca se caracterizaba por especial cuidado en el tocado, las clases más altas llevaban la insignia real que consistía en flecos agarrados con un cordón multicolor, adornado en la parte superior con plumas de aves.
La vestimenta se destacó por tener algunos estilos, que en ciertos casos, marcaban una diferencia social o étnica:
Awaska, siendo elaborada en lana de llama, era un tejido burdo y utilizado en los oficios del hogar de la cultura Inca.
Qunpi, estaba caracterizado por dos estilos, uno tejido por hombres en lana de alpaca y empleado para el trueque, adornar a los gobernantes o como obsequio a los aliados políticos; el otro, era hilado por mujeres en lana de vicuña y usado solamente por la realeza o para cuestiones religiosas.
Llawt’u, era un tocado que llevaban los gobernantes, el cual consistía en una serie de cordones atados alrededor de la cabeza, a veces, adornado con una gran variedad de plumas, así, cada líder de un ayllu, tenía su propio llawt’u.
Las mujeres vestían de manera sencilla. Lo que las diferenciaba a una de otras según su clase, no era la complejidad en la confección sino la calidad de los géneros con que estaban fabricados los vestidos. La ropa típica era una túnica rectangular que se colocaba por la cabeza, ancha, que se ceñía a la cintura con un lazo y cuya extensión llegaba hasta los tobillos. Sobre el vestido, llevaban una capa tejida de alpaca. Las damas de la nobleza tenían el privilegio de llevar telas más sofisticadas y coloridas, como así también capas de vicuña.
En cuanto al peinado, las mujeres lo usaban con una ralla al medio y muy largo. Al igual que la ropa, que no solo tenía carácter funcional, el cabello también connotaba estados particulares de la persona: durante el duelo se llevaba más corto, como signo de belleza representaba un especial cuidado, etc. Los peinados iban cubiertos con un pequeño manto llamado ñañaca o pancpacuna.
En relación con la vestimenta masculina, los hombres comunes usaban un especie de poncho llamado onka que, normalmente, era tejido en alpaca. Encima de esta prenda, y en los días de frío, usaban una capa, también tejida, que se llamaba yacolla.
A ésta indumentaria se sumaba un taparrabo, el wara cicoy, entre las piernas. Para las clases altas cobraba especial significación, la virilidad del portador.
Los hombres también llevaban accesorios, que variaban según el rango y la ocasión en que eran usados: peines elaborados con espinas, madera, orejeras y alfileres de cobre, plata y oro.
El vestuario inca se caracterizaba por especial cuidado en el tocado, las clases más altas llevaban la insignia real que consistía en flecos agarrados con un cordón multicolor, adornado en la parte superior con plumas de aves.
Los textiles tuvieron un importante rol dentro de la sociedad inca: fueron bienes de prestigio que estaban involucrados en las esferas política, económica, social y religiosa. Los españoles relatan que había colcas o depósitos en todo el Tahuantinsuyu que estaban colmados de textiles, entre otras cosas. Fueron el principal regalo de carácter diplomático de parte del Inca hacia los curacas y personas importantes que buscaba retribuir por los favores concedidos o para formar alianzas. Fueron una de las ofrendas que más apreciaban las deidades, en cuyo honor los quemaban. Pero, sea como regalos, sea como ofrendas, sea como vestimenta de la élite y del Inca, estos textiles fueron portadores de mensajes. Por medio de sus iconos, sirvieron como medio de comunicación tanto entre los hombres como entre éstos y las divinidades.
La vestimenta Inca de acuerdo al sexo
Habitualmente, la vestimenta Inca femenina era muy sencilla, sin embargo, la calidad de la misma era un diferenciador social, de esta manera, la ropa típica consistía en una túnica que se colocaba sobre la cabeza y se ajustaba a la cintura con un lazo, encima llevaban una capa de lana de alpaca, en cambio, las damas de la nobleza tenían el privilegio de usar coloridas telas sofisticadas y capas de vicuña.
En cuanto a la indumentaria masculina, usaban un poncho tejido en alpaca llamado onka y túnicas o capas elaboradas con una colorida ornamentación, a ello, se sumaba el wara cocoy o taparrabo, así como algunos accesorios que variaban de acuerdo al estatus, como orejeras o alfileres de cobre, plata u oro. Cabe concluir, que la vestimenta Inca también formo parte de su estructura organizativa.
Las variantes principales del tejido inca son: el telar horizontal, el vertical y el de faja o cintura.
El telar horizontal presenta cuatro patas hincadas en la tierra, las cuales sostienen las dos barras paralelas en cada uno de sus extremos. Mediante el empleo de este tipo de telar es posible lograr textiles compactos de gran delicadeza en razón de la alta densidad de los hilos que admite alcanzar su estructura en el sistema de la urdimbre. (Brugnoli Bailoni et al., 2006).
El telar vertical consta de dos palos perpendiculares que sostienen las dos varas del telar en cada uno de sus extremos
- Los incas emplearon este tipo de telar para la confección de ciertas tipologías vestimentarias realizadas con la técnica del tapiz
El telar de faja o cintura una de las barras es inmovilizada a un sitio que frecuentemente solía ser el tronco de un árbol, mientras que la otra vara era atada a la cintura del artífice del tejido a través de una faja.
- Empleado para el tejido de mantas, fajas, como así también para la confección de prendas.
Para el uso de la fibra esta se obtenía de los camelidos sudamericanos
- Todo este material se trabajó en tres niveles de calidad, desde una basta y gruesa tela llamada cosi, utilizada frecuentemente como frazada, pasando por otra intermedia llamada ahuasca, destinado al uso cotidiano, producto de los telares familiares, hasta la tela de mayor calidad y más preciada, llamada cumbi, resultado de una gran tradición textil que tuvo en la técnica del tapiz su mejor expresión. (Corcuera, 2010, p. 92).
Tejedores Cumbicamayoc
- Se dedicaban al tejido de cumbis – textiles finos, exclusivamente para la élite incaica y para ofrendas a las divinidades y rituales
- La ahuasca – tejido común de uso cotidiano usados por los runas o gente del pueblo
Las Acllacunas
- Entre los principales deberes de las “accllas” estaba el tejido de ropa fina para ritos religiosos y al tejido de la ropa del inca.
El huso o puchca – tiene como función la de transformar la fibra, tanto de origen animal como vegetal, en un hilo Fibra de origen vegetal
- La fibra vegetal usada, aunque en la mayoría de los casos no para confeccionar telas, fue el maguey, cabuya o pita – fabricación de sogas, suelas de usutas o sandalia, bolsas de carga
.
Resumiendo, podemos decir que la tela de ahuasca era confeccionada para el uso de la gente común y era hecha en un telar de cintura y horizontal por esta misma y el material empleado era la lana de llama. La tela de cumbi, con los diferentes materiales empleados en su confección, era de uso exclusivo del Inca y de la nobleza.
Composición de la vestimenta del Inca y la Coya
El Inca
1)Plumas de ave Ccorekenke
2)Borla (puyllu)
3)Casco (huma chucu) lámina metálica,
4)Cetro (sunturpauccar)
5)Cordón (llauta)
6) Arillo (tulumpi)
7)Rapacejo (mascaipacha)
8)Capelina (phullu)
9)Pequeño centro (macana)
10)Escudo con su banderín (pullcancca con su huifala)
11)Pulsera (chchipana)
12)Franja (tocapo)
13)Copa (llaccolla) manto
14)Flecadura (saccsa)flecos realeza
15)Sandalia (usuta)
16)Placa metálica (accorasi)
17)Túnica (uncu). camiseta andina
La Coya
1) prendedor (tupayari)
2) cubre cabeza (sukkupa o ñañaca)
3) mantilla (lliclla)
4) alfiler (tupu)
5)franja (tocapo)
6) flores (ttica)
7) bolsa ( chchuspa)
8) tunica ( acsu)
9) sandalia ( usuta)
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